domingo, 22 de marzo de 2015

Kingsman: Servicio Secreto

Kingsman: The Secret Service (Matthew Vaughn, 2014)
IMDB: http://www.imdb.com/title/tt2802144/
Póster de "Kingsman: Servicio Secreto"
Aviso: voy a soltar spoilers en todos los párrafos.

En Kingsman, Eggsy (Taron Egerton), un joven problemático de clase baja, entra a formar parte de una agencia secreta de agentes especiales formada por aristócratas de la mano de Galahad (Colin Firth), antiguo compañero de su padre. Salvan el mundo de un histriónico malo malísimo llamado Valentine (Samuel L. Jackson) y el protagonista sodomiza a la princesa Tilde (Hanna Alström) como premio. Os parecerá que esa última frase no viene a cuento y que me la podía haber ahorrado; en la película tampoco venía a cuento y también se la podían haber ahorrado.

Esta ecléctica película no se sabe muy bien si se trata de una película "nueva", si es una especie de homenaje o tributo a la Liga de los Hombres Extraordinarios (Stephen Norrington, 2003) o a las películas de espías (léase cualquiera James Bond), o bien es en realidad una parodia del género. ¿Qué es lo que ocurre? Que se queda a medio camino de todo y acaba no siendo nada. Intenta añadir drama con la historia de la madre de Eggsy, pero se queda ahí. Intenta añadir lucha de clases (Eggsy contra los otros aristócratas seleccionados) durante las pruebas de aptitud de la sociedad, pero también lo deja ahí. Intenta mantenerse relativamente seria -sin dejar de ser una película llena de fantasmadas de espías- y decide hacr explotar las cabezas de la gente al ritmo de la música. Intenta ser elegante y se cepilla toda la elegancia con el innecesario y burdo chiste digno de Agárralo Como Puedas 33 1/3: El Insulto Final (Peter Segal, 1994).

Hablemos ahora de aspectos técnicos. No sé si la película se ha estrenado en 3D (yo la he visto en 2D), pero a lo largo de la película encontraris un montón de travellings sin interés narrativo de los que parecen clamar a voces "¡hey! ¡mira! ¡soy en 3D y molo!" (¿recordais los de La Invención de Hugo (Martin Scorsese, 2011)?) y que a mí personalmente me chirrían tanto que consiguen que me distraiga de todo lo demás. Pero no siempre es así: en otros momentos más calmados de la narración el planteamiento visual pasa de ser barroco a ser propio de una serie de televisión. Y, finalmente, tendreis unas dosis de melees coreografiadas con artificales movimientos de cámara dignos de una película de artes marciales, pero sin la gracia que tienen en las películas de artes marciales. Una falta de continuidad que provoca que acabes viendo varias películas diferentes e inconexas entre sí, aunque con los mismos personajes y continuando la misma historia, que impedirán que os sentais mínimanente integrados en la historia.

La explicación más plausible que veo para este despropósito es que los sobrinos quinceañeros del productor sean un guionista wannabe y un director wannabe y los colara en el rodaje de la película.

No.